Teatro / "RELATIVIDAD" (Teatro Picadero)

26.06.2025

Créditos Fotos: Alejandra López y SMW Press

★★★★ 

Del mismo autor de "La Última Sesión de Freud", llega al Teatro Picadero una propuesta que vuelve a indagar en las grandes preguntas de la humanidad. El escritor Mark St. Germain, experto en enfrentar a figuras históricas con el peso de su propio pensamiento, sitúa esta vez el foco en uno de los íconos indiscutidos del siglo XX. Un frío día de invierno de 1949, con el eco de la Segunda Guerra Mundial aun latente, una misteriosa mujer aborda a Albert Einstein en la calle con la intención de llevar a cabo un reportaje periodístico. A partir de dicho encuentro, se establecerá un diálogo entre dos, en dónde una atípica entrevista devendrá en un intercambio de diferente naturaleza y propósito.

En la residencia privada del físico, ubicada en tierras norteamericanas, tiene lugar un cara a cara que se postergó por años. Rodeado de ecuaciones, libros y papeles llenos de anotaciones —literalmente, su mundo—, Einstein ve sacudida su rutina. En completa abstracción, este vive en compañía de alguien que le sirve a su antojo, mientras el pasado reciente del conflicto bélico sigue haciendo mella en su conciencia. Bajo dichas coordenadas, el relato transitará una mirada política e ideológica, donde el poder del conocimiento se presenta en tensión con los deberes morales del ciudadano común y corriente, y sus fallidas obligaciones de padre y marido.

Interpretado por un auténtico camaleón de los escenarios como Luis Machín -quien anteriormente ya ha dado vida a C.S. Lewis y a Sigmund Freud—, una de las eminencias científicas más preponderantes del siglo XX confronta su propia naturaleza. Atrapado, casi irreconocible, dentro en un personaje de extrema dificultad en su composición, Machín despliega una encomiable corporalidad, gestualidad y dominio completo del escenario que le permiten captar la verdadera esencia del personaje que representa. Acostumbrado a halagos y a que nadie lo contradiga, su Einstein encarna la soberbia y la superioridad quien nunca actuará como actúan los demás.

La pieza avanza y entrecruza experiencias de vida del sabio, sin emitir juicio moral sobre un comportamiento ciertamente cuestionable. Lo común de ser padre y madre es algo que iguala a millones de seres humanos, sin embargo, no todos pueden ser Einstein. Porque, ¿quién es Einstein, en realidad? Un solitario que prefiere no apegarse a relacionarse con personas. Con precisión, la dramaturgia aborda la complejidad del hombre detrás del científico: su trabajo en soledad al que le dedica los años más productivos de su vida, la felicidad atada a un propósito, las privaciones que forman parte del oficio, el deseo de dejar un legado que admirarán futuras generaciones.

La relatividad de los hechos y perspectivas sobrevuela el texto como una constante. Figuras como Hoover, Truman, Oppenheimer, Hitler, Freud, James Maxwell, Marie Curie y Gandhi atraviesan el relato, mientras el paso del tiempo, la mirada sobre Dios y la religión, se encadenan con impulsos inesperados que marcan el ritmo dramático. Aunque velocidad no es lo mismo que gravedad.

Gabriela Toscano (una misteriosa ¿periodista?) y Catherine Biquard (ama de llaves y asistente total) entregan sólidas interpretaciones, mientras la obra entera orbita en derredor del magnético talento de un Machín antológico, gestor de otra interpretación para el recuerdo. Tal vez, Einstein haya sido uno y muchos a la vez. Un sabio, sí, pero también el espejo del verdadero monstruo…en dónde también se reflejan nuestras propias miserias.

Con dirección de Carlos Rivas, esta meritoria puesta nos recuerda que los grandes innovadores y precursores no deberían ser juzgados por sus conductas, sino por sus aportes a la humanidad, de aquí a la posteridad. Haciendo del humor un aliado de principio a fin, y sin un pelo de solemnidad, "Relatividad" ejercita esa clase de teatro que, sin renunciar a la reflexión profunda, nos permite atisbar la complejidad insondable de quienes cargan con el deber de llamarse genios.